
Los resultados de las encuestas a boca de urna con un
final ajustado auguraban una larga noche, pero una jornada normal en el centro
de cómputos, ubicado en el Correo Argentino, donde el énfasis de los organizadores
estaba puesto en aclarar constantemente los mecanismos de seguridad y
fiscalización que garantizan la transparencia del acto electoral.
"Qué confiados están", comentaban algunos con
cara de asombro en la sala de prensa pasadas las 21:30, cuando desde el bunker
de Cambiemos ya festejaban una gran elección en la provincia de Buenos Aires.
La primera sorpresa importante se vivió minutos después
de las 22. Aún sin que salga a la luz algún dato oficial, el candidato del
kirchnerismo, Daniel Scioli, reconoció que se encaminaba a un ballotage en un
discurso que ya convocaba a los indecisos.