La gobernadora María Eugenia Vidal informó hoy que "hay más de 1.600 policías apartados" de la Bonaerense por casos de corrupción en sus "primeros siete meses de gestión".
La misma, destacó que la purga de efectivos de la fuerza de seguridad se debe a que durante las gestiones provinciales precedentes los delitos cometidos por policías "no eran visibles" y que recién ahora salen "a la luz".
"Hay más de 1.600 policías apartados en estos primeros meses de gestión y lo que está pasando es que se pone a la luz lo que antes no era visible y hay un Estado que toma medidas", sostuvo la mandataria bonaerense durante una conferencia de prensa en la que anunció la implementación del boleto estudiantil gratuito.
"Me parece sano. Todas estas cosas que pasaban y no veíamos, estaban ocultas", agregó, luego de la polémica por las denuncias de la diputada nacional y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, contra el jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, a quien acusa de ser "uno de los cómplices del narcotráfico".
Vidal no se refirió a ello pero aclaró que el objetivo no se reduce a "separar los policías involucrados en corrupción" sino en "respaldar al que quiere trabajar bien" y destacó que en el proceso de desmalezamiento de la fuerza policial fue clave la tarea desplegada por el área de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense.
"El área de Asuntos Internos tiene hoy la totalidad de sus cargos cubiertos por civiles y ha hecho más sumarios e investigaciones que las que se hicieron en todo el año pasado", reparó. Por otra parte, Vidal valoró la adquisición de chalecos antibalas, "más de 800 patrulleros", de "cámaras dentro y fuera (de los móviles) para filmar lo que sucede" y la implementación de anillos digitales, "para controlar los autos que pasan sin tener necesidad de presencia humana en todos los lugares". Anticipó, además, que existen "tratativas" para que una delegación de policías de Medellín (Colombia) venga a la Argentina para brindar capacitación al cuerpo policial. A partir de su asunción, Vidal y el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, implementaron profundos cambios en la Policía de la Provincia, entre los que se incluyen las disminuciones de las Superintendencias Generales y reducciones de Jefaturas Departamentales, lo que provocó el pase a retiro de una importante cantidad de comisarios generales, mayores e inspectores.
