Con Pablo Bruera apoltronado sobre el sillón del PJ Platense, merced del mandato que ostenta hasta fines de 2017, dirigentes del peronismo platense articulan un espacio por fuera de esa conducción y la de los dirigentes “derrotados” en los últimos comicios.
La última instancia pública de ese entramado llegó con la foto de la reunión que encabezaron, en el sindicato de mensualizados del hipódromo que dirige Omar Alegre –vicepresidente del PJ-, el Diputado provincial Gustavo Di Marzio , el ex senador Taka Lopez Mountaner, y dirigentes como Victoria Tolosa Paz, de la Casa para la Victoria; Federico Martelli, del Mup; Luis Muraco en representación de SOSBA, Pablo Sarlo, vinculado a Prandini, la ex diputada Elda Agüero y Carlos Sanguinetti, entre otros.
El cónclave, celebrado esta semana, es el corolario de varias reuniones que comenzaron en la campaña y sobre todo en diciembre, cuando el espacio comenzó a repensarse en fase opositora y por fuera de la influencia de los últimos dos intendentes peronistas de la ciudad, Julio Alak y Pablo Bruera –a quien le achacan la derrota y el estado calamitoso en el que entregó la ciudad-, tanto como de la excandidata camporista Florencia Saintout.
Un dato no menor es la posición que adquiere dentro de ese esquema el rol sindical. En ese marco, los asistentes confiaron el carácter de “gesto” a la locación del evento, la sede de un sindicato, como preludio de la centralidad que el movimiento obrero adquirirá en el contexto de ajuste de los gobiernos de Mauricio Macri, de María Eugenia Vidal y de Julio Garro.
La última instancia pública de ese entramado llegó con la foto de la reunión que encabezaron, en el sindicato de mensualizados del hipódromo que dirige Omar Alegre –vicepresidente del PJ-, el Diputado provincial Gustavo Di Marzio , el ex senador Taka Lopez Mountaner, y dirigentes como Victoria Tolosa Paz, de la Casa para la Victoria; Federico Martelli, del Mup; Luis Muraco en representación de SOSBA, Pablo Sarlo, vinculado a Prandini, la ex diputada Elda Agüero y Carlos Sanguinetti, entre otros.
El cónclave, celebrado esta semana, es el corolario de varias reuniones que comenzaron en la campaña y sobre todo en diciembre, cuando el espacio comenzó a repensarse en fase opositora y por fuera de la influencia de los últimos dos intendentes peronistas de la ciudad, Julio Alak y Pablo Bruera –a quien le achacan la derrota y el estado calamitoso en el que entregó la ciudad-, tanto como de la excandidata camporista Florencia Saintout.
Un dato no menor es la posición que adquiere dentro de ese esquema el rol sindical. En ese marco, los asistentes confiaron el carácter de “gesto” a la locación del evento, la sede de un sindicato, como preludio de la centralidad que el movimiento obrero adquirirá en el contexto de ajuste de los gobiernos de Mauricio Macri, de María Eugenia Vidal y de Julio Garro.