
En este escenario Macri tentó al tigrense con el afán de conseguir algo de los cinco
millones de votos que corresponden al líder del frente renovador ofreciéndole
cargos a nivel Nacional de contar con su
apoyo. Es así que Mauricio le habría entregado el Ministerio de
Desarrollo Social para que sea ocupado con Daniel
Arroyo.
Según informaron
algunas fuentes fiables, la oferta que ni siquiera adoptó el estatus de negociación, le dio lugar a Sergio Massa para
responderle a Macri con un “Después del
balotaje hablamos”, dejando en punto neutro la relación planteada por el jefe
de C.A.B.A.
Por
disponibilidad de recursos para llegar a las provincia y las intendencias, la
cartera social nacional todavía comandada por Alicia Kirchner es una de las más jugosas ofrendas que
un presidenciable con chances reales, le puede ofrecer a un dirigente que, como
Massa, tiene más que ganar que por perder de cara al futuro.
La
estrategia del líder del Frente Renovador es postergar cualquier definición
contundente a favor de uno u otro candidato para después del 22N. Conocedor de
las urgencias ajenas y dueño de un “timing” bien desarrollado a fuerza de
equivocaciones y aciertos, el tigrense sigue dispuesto a hacer valer su rol de
árbitro de la histórica contienda que enfrentará a "dos proyectos" de
país el próximo domingo.